Esta semana, hemos iniciado las tutorías grupales con parte del equipo de La Casa Grande Inserción. A las personas trabajadoras de inserción (que deben de estar ya acreditar su situación de exclusión social), se les proporciona un empleo remunerado con el objetivo de, cubiertas sus necesidades, se trabaje el salto a una empresa normalizada.
Reconocemos la importancia de su labor dentro de nuestra empresa y también, la necesidad un apoyo continuado para que se desarrollen las habilidades y competencias necesarias en un entorno laboral convencional.
Comenzamos la tarde con una dinámica diseñada para romper el hielo y fomentar la construcción de vínculos entre los integrantes del grupo.
A continuación, trabajamos en un análisis de autoconocimiento, explorando los perfiles individuales desde su punto de partida y evaluando las diversas opciones de empleo, con el objetivo fundamental de tener una clara visión de hacia dónde nos dirigimos.
Durante la sesión, examinamos detenidamente las funciones específicas de cada puesto de trabajo, abordando las pequeñas dificultades que puedan surgir en el día a día y proponiendo soluciones efectivas.
Este enfoque nos permitió no solo comprender mejor las necesidades individuales de cada trabajador, sino también fortalecer la cohesión del equipo y fomentar un ambiente propicio para el aprendizaje y el crecimiento profesional.