Toda esa ropa te ha permitido pasar un invierno alejado del frío.
Ahora la has metido en cajas que no sabes muy bien donde guardar.
Y algunas prendas, ya sabes que no vas a volver a ponértelas.
Puedes regalar el calor que te dieron a otras personas que lo necesitan.
Deposítalas en nuestros contenedores y les daremos una segunda vida.