Algunas veces tan solo formamos parte de una cadena, pero en la que todos lo eslabones son esenciales e igual de importantes.
Y con orgullo somos eslabón que media entre la persona que dona y la persona que lo necesita.
Bueno, no es exactamente así: hay otro eslabón que hace llegar físicamente esas donaciones que nos realizan.
Y aparte de las donaciones, también les ofrecen un mucho de escucha. Estas personas que acercan las mantas a las personas que viven en situación de calle son el voluntariado de la Asociación Amigos de la Calle.
Entidad amiga con la que ya llevamos años colaborando y con la que formamos esta cadena de redistribución, tan necesaria a las puertas de un invierno que ya ha llegado.
Aprovechamos para lamentar las muertes que el mes pasado se han producido en nuestra ciudad por congelación (sí, no en Siberia, en nuestra calles y ya van tres).