Nuestros contenedores naranjas ubicados en la ciudad de València son muy visibles. Pero igual no son tantos los beneficios que se obtienen desde nuestro Programa de Recogida de Ropa y Zapatos Usados. El proyecto en sí, posibilita que personas en exclusión social tengan un trabajo (con contrato y remunerado, por supuesto) donde practican y recuperan la disciplina propia de un trabajo exigente. La finalidad es que seamos un trampolín para su acceso a una empresa normalizada. Y ahí trabaja con intensidad nuestra Agencia de Colocación, para que sea una realidad. Ya compartimos algún caso de éxito, del que estamos muy orgullosas. Pero también, facilitamos mantas de ropa y abrigo a entidades como Amigos de la Calle, que se encargan de distribuirla entre quienes la necesitan. También alimentamos Roperos Sociales de la ciudad de Valencia.
Y también, cuando la necesidad es de productos tan concretos, dedicamos parte de nuestros beneficios a facilitar, en este caso, unos cheques por valor de 20 euros que pueden ser canjeados en muchos comercios y supermercados, realizando la persona necesitada la compra de lo que necesita exactamente. Entendemos que gana la persona en dignidad y adecuación de la ayuda. Les facilitamos estas tarjetas al Ayuntamiento de Valencia, concretamente al área de Cooperación y Desarrollo e Inmigración, para que tras la detección de necesidades que realiza, las distribuya en aquellos casos que considere. Así, ya llevamos un par de años facilitando unos 2.400 euros anualmente.
Contentos de poder transformar donaciones en respuestas concretas a necesidades concretas.