Mi nombre es Carla y soy voluntaria en la Asociación La Casa Grande desde hace aproximadamente cinco meses.
Cada viernes trabajo como maestra de alfabetización junto a un grupo estupendo de personas con enormes ganas de aprender y disfrutar y sin duda alguna, son el motor que hace que la clase funcione y yo vuelva cada semana con una sonrisa de oreja a oreja.
Desde bien pequeña he querido ser maestra y por suerte, llevo muchos años ligada al mundo de la educación y trabajando con diferentes grupos de diversas edades, pero trabajar en un voluntariado era una experiencia completamente nueva para mi y puedo decir en voz alta, que es una de las experiencias más gratificantes en las que he participado. A pesar de ser la maestra de este grupo, yo también estoy aprendiendo y desarrollándome como persona con ellos y ellas, y es muy gratificante ver como poco a poco todos juntos vamos mejorando.
Mis agradecimientos a la asociación.